Es importante tener en cuenta que
todo plan requiere seguimiento, evaluación y la consideración de factores de
cambio, así como la inversión de recursos necesarios para garantizar su
correcta implementación y sostenibilidad.

Es importante resaltar que, para el diseño e implementación del presente plan de intervención, es necesario contemplar los gastos asociados a su despliegue. Estos costos estarán directamente relacionados con la modalidad seleccionada y la cantidad de población a impactar. De acuerdo con Marras (2011), la inversión en bienestar laboral y en programas de desarrollo para los colaboradores no debe verse como un gasto, sino como una estrategia que genera valor agregado a la organización, ya que contribuye al incremento de la productividad, la satisfacción laboral y la calidad de vida de los empleados.
Por lo tanto, es fundamental considerar los siguientes aspectos:
- Recursos Humanos: Facilitadores especializados, como profesionales en gestión psicosocial y seguridad y salud en el trabajo (SST), quienes liderarán los talleres, capacitaciones y foros planificados.
- Logística y Materiales: Costos asociados al uso de espacios físicos, material didáctico y refrigerios en las actividades presenciales.
- Plataformas Tecnológicas: Inversión en licencias para el uso de plataformas virtuales y en la producción o licenciamiento de podcasts especializados.
- Evaluación y Seguimiento: Recursos destinados al diseño y aplicación de encuestas, análisis de resultados y elaboración de informes de seguimiento que permitirán evaluar el impacto de las acciones implementadas.
- Costos Adicionales: Consideración de un margen para cubrir gastos imprevistos que puedan surgir durante la ejecución del plan.
Una adecuada inversión en estos componentes no solo facilita la ejecución del plan, sino que también garantiza la calidad y la efectividad de la intervención, generando un impacto positivo y sostenible en la cultura organizacional y en la salud mental de los trabajadores.
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